En todos los casos se deberá solucionar previamente la causa que provoca la humedad. Una vez eliminada la causa, y antes de reparar los efectos sobre el paramento, se esperará a que desaparezca la humedad de manera natural o por secado artificial.
Hidrofugación:
La hidrofugación es un tratamiento que consiste en aumentar la resistencia a la penetración del agua procedente del exterior al mismo tiempo que propicia y facilita la salida de la humedad interior mediante la aplicación de productos hidrofugantes. Entre esto productos se encuentran la siliconas, que ademas de hidrofugar actúan como consolidantes.
La superficie a tratar ha de estar limpia, exenta de polvo y seca. Se aplica una única capa, ya que la segunda la repelería. La impregnación debe realizarse con brocha o rodillo en superficies pequeñas y con pistola a baja presión (no pulverización) u otros medios en superficies de gran extensión. Se aplica una sola capa a toda la superficie impregnando el sustrato. Es un tratamiento que se puede aplicar a fachadas y paramentos de obra vista, piedra, hormogón o superficies sin pintar.
Revestimiento con pinturas impermeabilizantes:
Revestimiento mediante pintura decorativa para proteger frente la carbonatación. Se aplica mediante brocha o rodillo de pelo corto con proyección. Puede ser usado en trabajos de repintado, sin mas imprimación, siempre que las capas antiguas posean buena adherencia.
Este tipo de pinturas son permeables al vapor de agua, permitiendo de esta forma la transpiración del soporte. Es de fàcil aplicación y excelente adherencia. Tiene una elevada resistencia a la difusión de CO2, por lo que reduce la velocidad de carbonatación.
El soporte debera estar sano, limpio, compacto y exento de polvo, suciedad, hongos, partículas sueltas, aceites y restos de desencofrantes.
Formación de barrera química contra la humedad ascendente:
Esta intervención consiste en la creación de una barrera química que frene la ascensión capilar de la humedad. Se introducen productos hidropelentes por gravedad que, ademas de frenar las humedades capilares, consigue bloquear las sales solubles y transformarlas en insolubles.
Para ello se ha de repicar 30 cms de enlucido de la zona baja a tratar para facilitar la ventilación y evaporación del agua infiltrada, eliminando la zona afectada por la humedad. Después se perforará en la base del muro una doble hilada de taladros, profundizando hasta unos 10-15 cms de la cara opuesta al muro, sin llegar a atraversarlo.
El diámetro de los agujeros debe ser de 25 a 30 mm con una separación entre ellos de unos 15 cm y una inclinación de 30-45 grados con respecto al muro. Se ha de infiltrar, hasta la saturación, el producto hidrófugo en forma líquida. Una vez haya penetrado el líquido, se tapan los huecos con mortero convencional y se restituye el revestimiento.
Inyección de aislamiento térmico en el interior de la cámara de aire:
Las técnicas de inyección de los diversos productos aislantes exigen diferentes controles durante su ejecución: comprobar la existencia de cableados interiores en la cámaras, la continuidad de la cámara y la existencia de un espesor mínimo de relleno. Esta técnica requiere precisión y especialización por parte del aplicador.
Las inyecciones se realizarán a traves de pequeños taladros espaciados, como máximo 50 cms entre sí, sin que se situen sobre la misma vertical. La inyección debe comenzar por los taladros situados en la parte inferior, llenando la cámara de abajo a arriba lentamente ya que el material específico para estos casos, de baja intensidad, en expansión libre y con un periodo de espumación lento debe saturar el volumen de la cámara sin crear tensiones excesivas en las fábricas colaterales, ya que éstas se pueden llegar a fisurar.
El principal problema es la dificultad de control para verificar la colmatación completa de la cámara. Su principal ventaja, la posibilidad de aplicar el refuerzo por el exterior del edificio, sin interferir en las funciones de los interiores habitados.
Incorporación de aislamiento térmico por el exterior:
Esta es una solución para mejorar el comportamiento térmico de las fachadas que en su momento se ejecutaron sin requerimientos térmicos. Es aconsejable aplicar el sistema propuesto en fachadas donde predomienen los paramentos planos.
Para su ejecución, primero se ha de sanear toda la fachada evitando dejar rastro de elementos inestables no adheridos. Después se ha de restituir hasta dejar el plano preparado para poder colocar el poliestireno expandido, que se hará mediante fijación mecánica o con adhesivo, y una armadura con fibra de vidrio unida con también adhesivo. Finalmente se podrá efectuar la aplicación del revestimiento continuo.
Recuperación de la estanqueidad de la junta.
La finalidad de esta intervención es recuperar la estanqueidad de la junta entre edificios o juntas de dilatación. Se puede encontrar juntas abiertas que no hayan sido tratadas desde el principio y constituyen un punto de paso de humedad, juntas tratadas cuyo material de cubrimiento se haya deteriorado por envejecimiento o por pérdida de elasticidad. Este material de recubrimiento también se desprende a causa de la humedad. Es por ello que es preciso un mantenimiento periódico. Otro problema que se presenta es que el cordón de masilla puede salir de la junta a causa de los movimientos de los edificios o de sus elementos.
Fachadas de obra vista: Se debe arrancar el material de la junta y sanear los laterales. Si es necesario, se fregará para eliminar los restos de material y facilitar la aplicación de la siguiente capa, la imprimación de los laterales con un material de taponamiento.
Fachadas de hormigón: Se arranca la junta y se sanean los laterales, se rellena con un material con función tapadera o tambien se puede utilizar una junta preformada que entre a presión. Para finalizae se sella a base de polisulfuros.