Recientemente hemos finalizado la rehabilitación integral de varias viviendas de estilo modernista ubicadas en una finca regia del ensache derecho barcelonés. Lo mas destacable de esta rehabilitación es que se han conservado los elementos más característicos de este tipo de viviendas como són, entre otros, los pavimentos comunmente llamados «hidráulicos» pero que en este caso, curiosamente, se trata de mosaico tipo Nolla. Por su singularidad, aprovechamos este post en el que les mostramos algunas imagenes de los trabajos realizados para explicar a grandes rasgos las características y diferencias entre ambos tipos de pavimentos:

Mosaico tipo Nolla: El mosaico está confeccionado por pequeñas piezas de gres cerámico, de 10x10cm o 5x5cm o de formas poligonales, monocromas o con un pequeño dibujo. Con ellas se realizan composiciones que cubren toda la superficie del suelo. Pueden ser composiciones sacadas de los catálogos de las compañías que lo fabrican o diseños a gusto del cliente y/o arquitecto. Se comenzó a fabricar en Inglaterra en la década de 1850. En España fue Miguel Nolla de Reus y afincado en Meliana (Valencia) quien hizo la primera patente y comenzó a fabricarlo en 1863. No fue el único, otros fabricantes fueron Mosaicos Piñón, también en Valencia o Isidre Llevat de Reus; aunque Nolla fue el más prestigioso y el que da nombre a este tipo de pavimento. Con la aparición del mosaico hidráulico su uso disminuyó, ya que su colocación y mantenimiento era más caro que el pavimento hidráulico.

Pavimento Hidráulico: Con la aparición del cemento se comienzan a realizar a partir de 1860 los pavimentos hidráulicos, consistentes, básicamente, en una fina capa de cemento coloreado sobre una base de cemento. En piezas de, principalmente, 25x25cm su aceptación por el público fue inmediata, eclipsando a otros tipos de pavimentos. A ello contribuyeron su bajo coste económico y la apuesta de los primeros grandes fabricantes, como Orsolà i Solà o Escofet, por diseñadores y arquitectos de prestigio para la realización de los dibujos. Surgieron fábricas por toda la geografía española, aunque sin duda la más prestigiosa de todas fue la barcelonesa Escofet, por la calidad del cemento utilizado y especialmente por la calidad de sus diseños, para ella trabajaron arquitectos como Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch, Enric Sagnier o dibujantes como Josep Pascó o Alexandre de Riquer.
La primacía de pavimento más popular fue total hasta la década de 1960, momento en el que cerraron casi todas las fábricas. En la mayoría de los casos sus archivos se perdieron, las máquinas y moldes de realización de las baldosas se vendieron a países del norte de África y las fábricas se derribaron. Los particulares comenzaron a sustituirlos por suelos más modernos y menos recargados y durante las décadas de 1970 a 2000 fueron simplemente material de escombro. Ahora se han convertido en uno de los símbolos del Modernismo y de Barcelona. Los panot que cubren las aceras de Barcelona (desde 1906) son también pavimentos hidráulicos, sólo que sin la capa superficial coloreada.

Fuente: Blog de Vicente de la Fuente «Del Modernismo»

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